¿Qué es la filosofía práctica?
La Filosofía Práctica es un movimiento de carácter internacional que trabaja para que la filosofía recupere el papel relevante que tuvo, desde sus orígenes, para el individuo y para la sociedad, dándonos a conocer y enseñándonos a utilizar las valiosas herramientas que posee y así ayudarnos en nuestro desarrollo personal y en la mejora de nuestra convivencia en sociedad.
El filósofo alemán Gerd Achenbach pone en marcha el primer despacho de Filosofía Práctica en la década de los ochenta, surgiendo así la figura de Asesor Filosófico o Consejero Filosófico. Esta concepción de la filosofía se fue extendiendo rápidamente a distintos países contribuyendo a esta difusión el exitoso libro de Lou Marinoff «Más Platón y menos Prozac». Desde entonces, son muchos los filósofos y filósofas entregados en sus investigaciones y prácticas a no relegar a la filosofía únicamente al ámbito académico e intelectual y recuperarla para nuestras vidas.
La Filosofía Práctica se desarrolla en distintas prácticas filosóficas (asesoramiento o consulta filosófica individual o grupal, diálogos filosóficos, cafés filosóficos, entre otras) y con distintos métodos.
El Asesoramiento filosófico es una de las actividades que se incluye dentro del movimiento internacional de la Filosofía Práctica. Puede realizarse desde distintos enfoques filosóficos, en PRAKTIKA se realiza según el enfoque sapiencial de la filósofa Mónica Cavallé.
El Asesoramiento filosófico consiste en un diálogo de ayuda a una persona o grupo de personas que necesitan hablar de alguna de sus inquietudes existenciales. En mayor o menor medida, las personas nos sentimos en ocasiones asaltadas por distintas inquietudes que abarcan desde temas amplios y generales a más concretos: la búsqueda del sentido de la vida, dificultades en las relaciones personales o laborales, problemas en la educación de los hijos, preguntas acerca de la felicidad, la convivencia, el amor, la muerte, la enfermedad, etc. Estas inquietudes siempre están unidas a nuestras experiencias vitales y tienen sus origen en la manera que tenemos de ver del mundo, a los demás , a nosotros mismos. De esa “forma de ver” se derivan una creencias acerca de nosotros y nuestro entorno que van configurando nuestra filosofía particular. Si estas creencias son limitadas o erróneas pueden causarnos mucho sufrimiento.
Es en esta situación cuando una persona particular o grupo de personas solicita la ayuda de un asesor filosófico para someter a revisión esas creencias limitadas mediante un proceso de indagación personal que llevará a la transformación de las mismas , a la toma de contacto con nuestra autenticidad, a reconocer qué es lo superfluo y qué lo esencial en nuestras vidas y hacia la autenticidad y claridad personal.